El día que empezamos a preocuparnos por el futuro es el día que perdemos nuestra inocencia.

¿Y qué le importa al mundo cómo esta mi alma?
Más triste que el silencio y más sola que la luna.
¿Y qué importa ser poeta o ser basura?

6.09.2012

Secretos.

El jueves me enteré de una cosa que está pasando en mi familia bastante fuerte... y aunque se supone que ahora es cuando más fuertes tenemos que ser, yo me derrumbé como una niña pequeña y le lloré a mi madre. Cada instante que no tengo la mente puesta en algo, me acuerdo y me hundo, no falla. No puedo contarlo, ni si quiera para desahogarme, porque hasta yo que lo cuento todo, por algo confío en mis amigos, sé que si lo cuento, me sentiré aún peor, porque volveré a recordarlo. Además de que es algo que no gusta que sea sabido.
Y el peso hoy es peor que nunca, no por nada especial, o quizá si, ni si quiera lo sé. Lo único que siento ahora es que no puedo levantar la cabeza, no puedo dejar de pensar en ello, ni sentir ese nudo en el estómago que el primer día me impidió comer.
Y esto hace que me sienta sola y me eche a llorar, porque es eso lo que pasa, no puedo hablarlo ni si quiera con mi familia, porque intentan olvidarlo poco a poco aunque no puedan. No querían que me enterara, pero las circunstancias o el puto destino, hicieron que me enterara. Y ahora me arrepiento de saberlo, hubiera vivido mejor en la ignorancia, podría haberme ahorrado todo esto.
Pero ya es tarde, y todo está hecho, y no puedo sentir paz, no puedo quitarme el peso de encima, por primera vez en mi vida, tengo que ocultar una cosa que me está matando.
He querido hablar con mi madre, pero cada vez que saco el tema lo zanja enfadada, y lo comprendo, de verdad que si... pero no sé que cojones hacer. Y pensar que aún quedan un montón de cosas por llegar me da dolor de estómago.
Hoy voy a comer a casa de mi tía, y uff, voy a tener que ponerme la máscara por mi primo y su novia, y no sé si podré aguantar la sonrisa, o reírme de los chistes o simplemente comer tranquila... Ni si quiera sé si quiero ir, pero no quiero dejar a mi tía sola.
Odio los putos secretos, en serio, y más si son familiares. Nunca antes me había topado con algo así... sí, había guardado secretos, pero tonterías comparada con este. Eran secretos que se destapaban solos en el momento preciso y de los que me olvidaba en seguida, como el final de alguna temporada, que alguien se había enamorado de tal, que le habían puerto los cuernos a fulanita...
Y aquí estoy, llorándole la penas a un puto blog porque no puedo hacerlo con mis amigos sin cagarla y contarlo. Y me siento más sola que nunca. Aunque intente estar tranquila, me irrito y salto con más facilidad de la que suelo hacerlo. Ni si quiera jugando al LoL siento la paz... solo podría sentirlo, quizá con una persona, pero no puede ser, otra vez.
Y no puedo evitar preguntarme qué debo hacer o cómo debo actuar... es todo tan... mierdoso. Me quiero alejar de todo y de todos, pero es inevitable que vuelva con el rabo entre las patas, porque no soy capaz de hacer eso.
Y por una vez en mi vida, el miedo es más grande que la preocupación, porque no sé qué pasará con esto, ni como ni cuando tendrá su fin. Simplemente nos toca esperar, esperar a que todo salga bien, que se pueda solucionar... Pero no creo que sea tan fácil, o al menos, si llega a solucionarse, nunca nada volverá a ser como antes.

Tengo que admitir que algo mejor me siento... espero que me duré más que otras veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario