El día que empezamos a preocuparnos por el futuro es el día que perdemos nuestra inocencia.

¿Y qué le importa al mundo cómo esta mi alma?
Más triste que el silencio y más sola que la luna.
¿Y qué importa ser poeta o ser basura?

11.10.2011

Un Mike/Dante que espero que guste

Mike y Dante en “Dante en el País de las Tonterías de Mike”

-I'm walking on sunshine, oh-oh…-Se le había pegado la canción después de haberla oído en la radio, y mientras amasaba la harina con la que haría las galletas no podía dejar de cantar aquel pegadizo estribillo. Lanzó la masa al aire, como si se tratase de una pizza, y cuando cayó de nuevo en la encimera, se giró para coger un poco más de harina, asustándose al encontrar a Mike frente al armarillo.

El chico le miró, y Dante no pudo evitar sonrojarse.

-¿Qué estás cocinando? ¿Alguna exquisitez celestial? Me acuerdo de unos pastelitos que hacía mi abuela que estaban deliciosos, a los niños hambrientos les encantaban, se los comían como si no hubiera mañana.

Dante miró la masa antes de contestar.

-Estoy haciendo galletas.-Dijo, tímidamente, queriendo pasar hacia la harina, pero Mike, que según parecía seguía hablando de los buenos y famosos pastelitos de su abuela, no se había percatado aún.

Dante, ángel guerrero y paladín de nivel 85, no era capaz de interrumpir la larga perorata de Mike, sin entenderlo. Así que con infinita paciencia, escuchó lo que el muchacho tenía que contarle sobre los pastelitos

Se habían quedado aquel fin de semana solos, y no sabía por qué aquello le incomodaba de una manera extraña. Pero claro, después de todo, con el que más había tratado era con Bryan, por algo era su ángel guardián, y después le seguía Jerry, pero con Mike… le miró, simplemente era la clase de personas a las que por su apariencia y forma de ser no solías acercarte. Y ahora le tocaba hacer de cocinero.

Aún estaba extrañado de que Bryan se hubiera ido al pueblo a ver a su familia, y mucho más extrañado estaba por Jerry que se había ido de vacaciones a las Galápago cuando tenía que mal vivir con aquellos dos personajes por no tener el suficiente dinero para irse a vivir solo.

Cuando Mike cesó se agachó al armarillo y le tendió la harina. Dante la cogió, sorprendido.

-Gracias…

-Los moldes de Star Wars están en el armarillo de arriba, pero no hagas de Chewaca… que no me siento cómodo comiéndomelo…-Dijo, y se marchó dejando al ángel con cara de tonto.

Dante cogió los moldes y los preparó cuando la masa estaba lista. Apartó el del peludo amigo de Solo sintiéndose incómodo y se puso a hacer figuritas. Cuando se volvió a girar para meter la bandeja en el horno se sorprendió de ver de nuevo a Mike. Asustado dejó la bandeja sobre la encimera de nuevo y se limpió las manos.

-¿Quieres algo?

Mike negó con la cabeza.

-Simplemente me aburro, no tengo a quien molestar.

Dante pensó que sí tenía a quien molestar, a él mismo, pero no dijo nada, volviendo a su trabajo.

-¿Tardarán mucho esas galletas?

-Un poco si, ¿por qué? ¿Tienes hambre?

-Sí… ¿sabes hacer natillas?

Dante puso el horno apunto y se giró hacia Mike de nuevo.

-Sí… ¿pero con natillas vas a querer galletas?

Mike asintió enérgicamente, entrando en la cocina con decisión.

-Sí, tienes razón… deberías preparar algo de cena y de postre las galletas. ¡Ya sé, iremos al supermercado a por los ingredientes para las natillas y luego pasaremos por un chino a por comida!-Exclamó, entrando en la galería y rebuscando en la lavadora.-Las natillas las haremos mañana, ¿qué te parece? Podemos hacerlas con los moldes de los flanes en forma de Narutos… Jerry nunca me deja comerme un shuriken de flan pues ahora lo haré de natilla.

Dante, que se estaba agobiando con las peticiones de Mike no pudo negarse a ninguna.

-Dante.-La cabeza de Dante salió por la puerta de la galería.

-¿Qué?

-¿Has visto mis calzoncillos de cruces bendecidas?

Dante empujaba del carro donde iba metido Mike, que señalaba los pasillos del supermercado bajo la mirada de las compradoras y sus hijos y agarraba lo que quería para dejarlo caer al carro con tranquilidad. Dante estaba algo abochornado.

-¿Por qué ese señor puede ir en el carro y yo no, mami?-Preguntó un niño que iba con su madre.

-Ese señor tienes problemas mentales, cariño.-Contestó la madre, que estaba ocupada en mirar los ingredientes de una sopa de sobre.

-¿Es subnormalito?

-Sí, cariño.

Dante gruñó por lo bajo. Había estado diez minutos de reloj intentando convencer a Mike de que fuera a pie y no en el carro de la compra… pero éste, alegando que era el nieto de la Madre Teresa de Calcuta y que estaba cansado, había ganado la batalla.

-Ahora vayamos a los congelados, tenemos que comprar croquetas y empanadillas. Luego a la bollería, a por cookies, oreo y galletas dinosaurio.

Dante echó un vistazo a su compra.

-¿No estás echando demasiadas grasas al carro? Son malas.

Mike se volvió y le miró haciendo una X sobre su cabeza.

-Infinito desprecio… ¡La grasa es buena! Ahora mismo con empujar el carro estás quemando esa grasa que tan mala dices que es…

-Estoy quemando grasa por el esfuerzo de empujarte.-Se quejó Dante, Mike parecía escuálido, pero a la hora de la verdad pesaba sus 70 y tantos kilos.

-También es verdad, pero no te preocupes con la comida mejicana recuperarás esa grasa perdida.

-¿No íbamos a un chino?-Preguntó sin entender Dante.

-¿No te lo había dicho? He cambiado de opinión.-Y señaló un pasillo al que quería ir.

Dante suspiró con cansancio, encaminando el carro hacia la dirección que ordenaba Mike, rezando para que Jerry y Bryan volvieran pronto de sus respectivos sitios.

Tuvo que aguantar un montón de vueltas por el supermercado hasta que Mike acabó de hacer la compra. Se dirigió a la caja, pero antes de llegar Mike le pidió que parase para poder bajarse.

Dante empujó el carro a la caja número tres, donde había poca gente, pero Mike rectificó el rumbo a la caja número cinco, que tenía mucha más gente, toda ella chicos u hombres. Dante al principio no entendió, hasta que después de un cuarto de hora de larga espera les llegó el turno, y una preciosa cajera de grandes pechos y sonrisa profident les atendió.

-Buenas tardes, señorita.-Le saludó Mike, con su mejor sonrisa.- ¿Cómo está el super hoy, eh?

Dante empezó a poner las cosas sobre la cinta, solo, mientras Mike coqueteaba con la cajera, que pasaba la compra con tranquilidad, sin dejar de sonreír por cortesía.

Cuando llegó el tiempo de pagar, Mike se llevó una mano a la cartera mientras hablaba, pero al no encontrar nada en su bolsillo miró a Mike con necesidad.

-¡Me han robado la cartera!-Gritó, a todo pulmón, sorprendiendo a todo el supermercado, a la cajera y Dante sobretodo por su cercanía.- ¿Quién es el desalmado que roba a un pobre estudiante que lo que gana se lo gasta en comida, que casi no tiene para vivir y tiene que mendigar cafés en la Facultad mientras escucha estúpidas historias y se mata a estudiar para labrarse un futuro?

-Mike…

- Oh, desgracia dichosa, soy el juguete de la fortuna, un humilde siervo de Dios pobre y desalmado… ¿Quién, oh, quién me ha robado?

Dante carraspeó, nervioso.

-Mike… tu cartera…

Mike se acercó tambaleándose a Dante, con el rostro crispado por el sufrimiento y temblando.

-Oh, amigo Dante, he sido víctima de un robo fortuito de una banda de narcotraficantes…-Y al pensarlo mejor se asuntó el doble.- ¡Oh, ahora saben dónde vivo! Con mi dni vendrán a casa, Dante, sabrán que estamos solos e indefensos porque Jerry se ha ido… te violarán a ti y me matarán a mí…-Y cayó al suelo agarrándose a los pantalones del ángel con cada palabra.

-Pero Mike…

-Dante, yo no quiero que te violen… ¿pero quién soy yo para decidir tu destino?-Y carraspeó.-Y para sernos francos, prefiero que te violen a ti antes que a mi… ¿verdad, Bonnie?-Le preguntó a la cajera.

La cajera, estupefacta ante la escena de Mike asintió dándole la razón como quien se la da un loco.

-Mike, no van a violarme, ni a ti te va a matar ninguna banda de narcotraficantes…-Y le mostró la cartera, aquella cartera de cuero con dibujos de Watchmen.-Se te había caído en el carro.

Mike se levantó arrebatándole la cartera a Dante, carraspeó y se pasó una mano por el pelo.

-¿Cuánto es?-Preguntó, con tranquilidad, como si los minutos de desesperación anteriores no hubieran existido, rebuscando en la cartera.

-Cuarenta con ochenta y cinco.-Y con un clic, la caja se abrió.

-¿Admitís vales?

-Sí.

Después de llegar a casa y dejar la compra, Mike se encerró en su cuarto a cambiarse mientras a Dante le tocaba la tarea de poner en su sitio todo.

Dante pensó que iba a ser un fin de semana muy largo, lleno de momentos Mike como en del supermercado, y se pensó el ir o no a cenar con Mike. Pero supo que iba a ver, algo le ataba al chico sin poder evitarlo, igual que hacía todo lo que le pedía… Y un pensamiento pasó por su mente, y se sonrojó sin poder evitarlo, como una colegiala a la que hubiera pillado masturbándose en clase.

Al acabar de colocar todo, cogió un R2C2 de galleta y se sentó en el sofá a esperar a Mike. No esperó demasiado a que saliera el joven mortal, y cuando lo hizo, se pensó doblemente si ir con él a cenar.

-¿Vas… a ir así?-Preguntó.

Mike si miró a sí mismo, tocándose el gran sombrero mejicano que daría envidia a cualquier pamela de Infanta y mirando su poncho marrón.

-Sí, ¿No te gusta?

Dante no dijo lo primero que se le pasó por la cabeza por educación y consideración… y porque estaba hablando con el nieto de Teresa de Calcuta, un bien preciado para el de arriba.

-Es… genial.-Mintió, con una sonrisa nerviosa.

-¡Pues te puedo prestar uno!-Sugirió entusiasmado Mike, volviendo a entrar en su habitación y saliendo con un poncho y un sombrero idénticos.-Lo compre doble para que Bryan se lo pusiera… pero misteriosamente nunca ha sido de ir al mejicano, raro, ¿verdad?

Dante supo por qué.

-No importa, Mike, en serio… me gusta mi ropa.

-Ándale, fríjoles, tenemos que ir iguales.-Dijo, con un forzado acento mejicano.-No mames y vístete.

Dante acabó aceptando, y cuando ambos jóvenes estaban vestidos, salieron por la puerta. Dante esperó no encontrarse a nadie en el rellano. Pero esa fuerza motriz que hacía que Mike se saliera con la suya, hizo que se encontraran a tres vecinos, que no escondieron sus risas ni sus sonrisas.

-Que maleducados.-Se quejó Dante, enfadado.

-No chingues y ponle acento al hablar, compadre.

Dante se negó a hacerlo, y el camino al restaurante mejicano tuvo que aguantar la perorata de Mike para que hablara con acento. Cuando entró en “Burritas&Burritos” acabó por intentar hablar con acento.

El camarero, que parecía acostumbrado a Mike, les llevó a una mesa apartada, y Dante se lo agradeció en silencio.

Dante abrió los ojos con pesadez, notando la boca pastosa y un tufo extraño entrándole por la nariz. Intentó levantarse, pero le dolían las piernas y tenía una herida en un brazo. Alarmado, acabó por levantarse del sofá volcado y observar el estropicio de casa que tenían.

-¿Pero qué demonios….?

-Shhh… hay gente que intenta dormir…

-¡Mike, nos han entrado a robar!

Mike, que estaba hecho un ovillo encima de la mesa grande del comedor levantó la cabeza y observó el piso. Estaba en malas condiciones, sí, pero nada que Dante no pudiera limpiar.

-Tranquilo Dante, hemos sido nosotros.

-¿Cómo estás tan seguro?

Y Mike señaló la pared de detrás de Dante, donde estaba escrito con salsa guacamole “Mike y Dante estuvieron aquí”.

Dante se sentó en el sofá, pero este cedió al peso del ángel y se volcó para ponerse en su estado original, con Dante a sus pies. Intentó recordar lo que pasó en la noche anterior… pero solo recordaba haber ido a cenar a un mejicano y desde ahí nada.

-Creo… creo que nos ha pasado como en esa película de la despedida de soltero en la Vegas.-Dijo Dante, algo nervioso y lleno de su propio vomitado, supo tiempo después.

-¿Qué película?-Mike, vestido solo con sus calzoncillos de cruces bendecidas se incorporó en la mesa y bajó de ella, entregándole una galleta de la princesa Leyla.

Dante, con ganas de vomitar aún, la retiró y Mike dio buena cuenta de ella.

-Esa película donde un grupo de amigos se va a Las Vegas para celebrar la despedida de soltero de uno de ellos… los drogan y pierden la noción del tiempo y tienen que ir desvelando qué les ocurrió…

-Ah, sí, la de los chalados del coche de policía. La segunda es mejor… sale un mono y todo.

Dante le miró, estaba muy tranquilo.

-Y si… ¿y si nos han quitado los órganos o algo?-Y el ángel se apresuró a inspeccionarse el cuerpo.

-No, me acordaría de algún quirófano.-Comentó Mike, con tranquilidad.

-¿Tú te acuerdas de lo de anoche?

-Claro, si no, no estaría tan tranquilo.

-Entonces… ¿todo bien?-Preguntó Dante, intranquilo.

-Nos besamos y tuvimos sexo toda la noche.

-¿Qué?

-Es broma… solo era una broma, tío…

Dante estuvo a punto de sufrir un ataque al corazón. Algo más tranquilo se volvió a sentar en el sofá, del cual se había levantado y allí se quedó, intentando recordar la noche anterior.

-Yo me lo pasé muy bien contigo, amigo ángel.

-¿De verdad?

-Sí.-Y Mike se levantó, empezando a caminar hacia el baño.-El beso fue pobre, creo que podrías haberlo hecho mejor, pero en una escala del uno al diez estaría aprobado. La lengua hacía cosas raras… pero al final acabaste muy bien.

Dante sonrió.

-Que bromista.

Mike se giró, sonriendo con una cara de troll impresionante.

-Eso era verdad.

Dante se quedó estupefacto, con la sonrisa en la cara, la cual se borró a los segundo.

-¡Maldito Mike!

Y Mike corrió entre carcajadas hacia el baño mientras Dante blasfemaba.



No es nada del otro mundo, lo sé... pero no se me ocurría nada mejor ni peor, y como lo llevaba arrastrando un montón, pues he dicho, hoy lo hago y que salga lo que salga... no sé, a mi después de todo me ha gustado ese toque que tiene. Aunque a mí no me tiene que gustar, le tiene que gustar a Marta, y animar sobretodo!

En fin, llevo que no salgo desde que volví el lunes... no sé, me he encerrado en casa a hacer la friky... y no está bien xD. Menos mal que mañana he quedado con Adrián, que si no, me volvía una ermitaña pervertida!

Sin más que deciros, me voy a ver Naruto... que con los capítulos de ahora me pego una panzadas a llorar... soy medio lela, lo sé... pero me da mucha pena Naruto, lo ha pasado muy y Sasuke, aunque me caíga como el culo y siempre haya preferido a Itachi, también... si es que son tal para cual, perfecto para hacer un yaoi xD

En fin, pasad buen fin de semana!